Un viaje por los espacios naturales más hermosos de la península ibérica, por su biodiversidad y sus gentes, pero sobre todo,un viaje al encuentro de la fauna ibérica y de las aves que surcan nuestros cielos.
El día 10 de agosto de 2020, ha pasado a ser, una fecha muy importante para la biodiversidad de Figarol, un pueblo de colonos, creado en Navarra en 1962, a raíz de la construcción del pantano de Yesa. En este día tormentoso, se ha confirmado mediante imágenes de cámara de fototrampeo, la presencia del castor euroasiático (Castor fiber) en el barranco de Valtriguera, que precisamente, es uno de los muchos barrancos que recoge las aguas del río Aragón y Eska, que son transportadas por el Canal de Las Bardenas para regar los campos de Figarol. Este canal tiene su origen en el mencionado Pantano de Yesa.
¿Por qué y cómo ha llegado el Castor a las tierras de Figarol?
En el año 2003, se tiene constancia de que un grupo ecologista alemán, introdujo 18 castores europeos en el rio Ebro sin los permisos necesarios para reintroducir esta especie. Y digo reintroducir, porque el castor ya formó parte de la biodiversidad de la Península Ibérica. Especie que se erradicó en el siglo XVII por su caza desmedida para la utilización de su carne, piel y el castóreo (sustancia que era de interés en el pasado en perfumería, debido a su capacidad de fijar y dotar de matices a las fragancias).
Vídeo de animal fototrampeado en El Figarol
La presencia del castor en el río Ebro ha propiciado su expansión en sus ríos afluentes como el río Aragón, y es por mediación de este río como el castor ha llegado a Figarol. El río Aragón es un río importante de Navarra que recorre de Este a Oeste la geografía de la zona Media de Navarra. Pero este río se encuentra a 10 Km de Figarol. Entonces, ¿cómo ha podido llegar el castor a un pueblo donde no hay río?
Ahí está la hazaña de esta especie para que sea capaz de asentarse y reproducirse más allá de los caudalosos ríos como el Ebro, Aragón, Arga, Arakil, etc. El medio utilizado para su exitosa dispersión, ha sido los corredores ecológicos que la fauna necesita para su supervivencia y el corredor ecológico que los castores presentes en Figarol han utilizado para llegar a sus tierras, es un barranco llamado en sus orígenes “el Albejar”. Este es un barranco, que recoge aguas sobrantes de regadío y que durante todo el año mantiene un importante caudal ecológico. Propiciando que no solo el castor pueda recorrerlo para su expansión, si no que tanto el visón europeo (Mustela lutreola) como la nutria (Lutra lutra) hacen uso de él para la búsqueda de nuevos territorios.
EL CASTOR EN LA
PREHISTORIA
Los fósiles más antiguos de la familia castoridae encontrados hasta hoy datan del Mioceno (25 millones de años). En esta época han aparecido fósiles de hasta 5 géneros distintos de castóridos.
Yacimientos por Comunidades Autónomas.
Andalucía 8, Aragón 23, Asturias 1, Castilla la Mancha 3, Castilla León 13, Cataluña 17, Comunidad Valenciana 5, Galicia 1, La Rioja 2, Madrid 4, Murcia 1, Navarra 5, País Vasco 2, Portugal 6, Francia (vasco francés) 3.
Como dato anecdótico y curioso, se da la circunstancia de que hubo castóridos en lo que hoy es la cuenca del Ebro, antes incluso de que existiera el río Ebro.
Mamíferos del Mioceno inferior de las Bardenas Reales de Navarra. (Cuenca del Ebro Península Ibérica). X. Murelaga; H. Astibia; C. Sesé; D. Soria; X. Pereda-Suberbiola.
Buenas tardes Javier, muchas gracias por participar en el blog.
El castor europeo llegó a Navarra, allá por el año 2003 debido a una reintroducción ilegal de 18 castores alemanes. Esta suelta se hizo en los tramos bajos del río Aragón y su confluencia con el río Ebro. A partir de ahí, el castor ha ido colonizando los ríos navarros hasta el punto, de que la especie ya se puede considerar como naturalizada en gran parte de los cursos fluviales de la Comunidad Foral de Navarra. Hasta aquí, la presencia del castor en un río navarro, podría entrar dentro de las posibilidades de la especie en su maratoniana dispersión por el territorio foral.
En este artículo, hemos querido resaltar la capacidad de esta especie para distribuirse más allá de los caudalosos ríos que viene conquistando el castor, en la búsqueda de nuevos territorios donde asentarse. Esta observación que aquí os hacemos llegar, se ha realizado nada más y nada menos que a 10 Km del río Aragón a su paso por Carcastillo. Y sobre todo dar a conocer, que esta especie no parece que únicamente necesite para cumplir sus ciclos vitales, los atractivos bosques de ribera que flanquean los grandes ríos. Créeme, que saber de la existencia del castor, en estos barrancos donde he pasado mucho tiempo de mi infancia, me alegra enormemente. Sobre todo, porque siguen estando llenos de vida, porque son capaces de atraer a nuevas maravillas de la fauna ibérica como el visón europeo y la nutria, permitiéndoles recorrer nuestro territorio y crear nuevos nichos que aseguren la supervivencia de estas especies. Y con respecto al castor, tengo la esperanza de que en este nuevo hábitat que ha encontrado, se cumpla la predicción científica, de que el castor es una especie que enriquece y diversifica el medio acuático donde se establece.
Javier, dándote de nuevo las gracias, me despido atentamente con un fuerte abrazo.
Hola, enhorabuena por la llegada del castor a Navarra, pues si que le ha sido complicado llegar.
ResponderEliminarUna pregunta, si me podéis responder ¿desde cuándo lo teníais controlado?
Buenas tardes Javier, muchas gracias por participar en el blog.
ResponderEliminarEl castor europeo llegó a Navarra, allá por el año 2003 debido a una reintroducción ilegal de 18 castores alemanes. Esta suelta se hizo en los tramos bajos del río Aragón y su confluencia con el río Ebro. A partir de ahí, el castor ha ido colonizando los ríos navarros hasta el punto, de que la especie ya se puede considerar como naturalizada en gran parte de los cursos fluviales de la Comunidad Foral de Navarra. Hasta aquí, la presencia del castor en un río navarro, podría entrar dentro de las posibilidades de la especie en su maratoniana dispersión por el territorio foral.
En este artículo, hemos querido resaltar la capacidad de esta especie para distribuirse más allá de los caudalosos ríos que viene conquistando el castor, en la búsqueda de nuevos territorios donde asentarse. Esta observación que aquí os hacemos llegar, se ha realizado nada más y nada menos que a 10 Km del río Aragón a su paso por Carcastillo. Y sobre todo dar a conocer, que esta especie no parece que únicamente necesite para cumplir sus ciclos vitales, los atractivos bosques de ribera que flanquean los grandes ríos. Créeme, que saber de la existencia del castor, en estos barrancos donde he pasado mucho tiempo de mi infancia, me alegra enormemente. Sobre todo, porque siguen estando llenos de vida, porque son capaces de atraer a nuevas maravillas de la fauna ibérica como el visón europeo y la nutria, permitiéndoles recorrer nuestro territorio y crear nuevos nichos que aseguren la supervivencia de estas especies. Y con respecto al castor, tengo la esperanza de que en este nuevo hábitat que ha encontrado, se cumpla la predicción científica, de que el castor es una especie que enriquece y diversifica el medio acuático donde se establece.
Javier, dándote de nuevo las gracias, me despido atentamente con un fuerte abrazo.
David Miqueleiz.
Quim laude
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