SEGOVIA: EL LOBO AULLA EN LA SIERRA DE GUADARRAMA
Hemos visto al lobo
en mitad del claro del pastizal, enmarcado por retamares. Desde el mirador, nos
separan dos kilómetros del teatro de operaciones de una de las manadas
establecidas en estas montañas del Sistema Central. Antonio Hernández está
viviendo sus primeras experiencias con la especie. Un naturalista de toda la
vida, bregado en el Pirineo exuberante y en las ingratas, faunísticamente
hablando, montañas que rodean a su
pueblo natal, Súria. Tiene todos los sentidos enfocados en la montaña donde están
los lobos y hoy ha sido el primero en avistarlo. El lobo desaparece tranquilo
detrás de unas retamas.
La de esta mañana es
la tercera observación en la sierra de Segovia en los dos días que llevamos
aquí. La inmersión en el mundo del lobo está siendo total: sus impresionantes
huellas, esas que siempre nos plantean dudas razonables y a las que te has de
aproximar con cautela; las conversaciones informales con los guardas forestales,
punta de lanza de su conservación; las charlas de los responsables de un
turismo lobero amable, no masificado, que ha llegado a acuerdos con los
propietarios de las fincas ganaderas en las que vive el lobo.
Hemos comprobado,
casi hasta perder la compostura, la bravura de nuestras razas autóctonas
vacunas, forjada en el trato cotidiano con un depredador tan formidable. Ganadería
extensiva que ha modelado un paisaje, hábitat de grandes carroñeras como el
buitre negro y el buitre leonado que sin esta actividad milenaria y sostenible
no tendrían cabida en la Iberia actual. Vemos como la pick-up de un ganadero
trepa hacia la campa donde pastan las vacas y en la que estamos observando las
actividades de la manada. El coche pasa por debajo de la encina en la que está
posada una de las águilas imperiales que crían aquí. La rapaz gira apenas la
cabeza mirando pasar al vehículo, como quien ve pasar al vecino cuando se
dirige al trabajo.
Vuelve a aparecer
el lobo, un medio galope con el que expresa su sobresalto. Las voces del pastor
llamando a las avileñas-negras parecen ser el origen de la momentánea alarma
del cánido. Se para un instante en mitad del prado y vuelve la cabeza hacia el
origen de su inquietud. Con la información clara trota más tranquilamente hacia
el monte y se desvanece en el mar de arbustos. Una observación que
resume la íntima relación entre el hombre y la fauna en los extremadamente
complejos ecosistemas ibéricos. En su coexistencia está la clave para su
conservación. Aquí se libran las verdaderas batallas por conservar a estos
lobos del bosque mediterráneo.
En las horas de
regreso a Barcelona, Antonio conduce y piensa mucho en todo ello. No sólo ha
conseguido observar en libertad a una de las especies totémicas para todo
naturalista, si no la que más, también ha aprendido mucho más sobre ella en
esta salida que en años de lecturas y documentales.
Pienso en que, a
pesar de que su clasificación como especie dice que es Canis lupus, su comportamiento tremendamente maleable hace que haya
prácticamente un lobo en cada lugar del planeta en el que vive. En este año,
los viajes de Ecowildlife nos han llevado a lugares tan diferentes como
Transilvania, La Culebra, Guadarrama o la costa pacífica del Canadá y en cada
uno de esos sitios nuestros viajeros han podido observar a los lobos salvajes,
de comportamiento tan diverso, que de no ser por los taxónomos sería fácil
pensar que se trata de especies diferentes.
Y eso sin contar al
lobo que vive en la mente de cada uno de nosotros. El que creamos con nuestra
percepción, como el recién nacido que acompaña a Antonio Hernández y que ya no
le abandonará nunca.
Os hemos dejado fotos de todos los participantes de esta nueva aventura con en lobo en este enlace y la información de las nuevas salidas que haremos en los próximos meses en este otro enlace por si quereis acompañarnos.
JOSÉ CARLOS DE LA FUENTE
Excelente redacción que consigue que el lector sea espectador directo de lo narrado.
ResponderEliminarEs un gran estímulo para el naturalista en la difusión de sus mensajes, sentirse leido, la labor del divulgador caería en pozo seco si sus mensajes no llegan y calan en los lectores, Jose Caros de la Fuente es uno de los mejores narradores de la naturaleza de nuestro país, no solo por sus escritos y libros sino por sus enseñanzas en el campo que disfrutamos muchísimo quienes las compartimos
EliminarNo me funciona el link para ver próximas salidas! Podríais por favor informarme? Gracias de antemano!
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