GUADARRAMA: LA LOBA ALFA DE LA MANADA



La mañana de octubre es cálida y agradable en la sierra de Guadarrama, fuera del parque, en el parque natural.. Estamos haciendo una espera en la cima de una montaña, recuperados ya del esfuerzo de la subida a pie.  Hemos localizado un lobo con los telescopios.  Esta tranquilo en lo que debe de ser el corazón de su territorio, en una finca dedicada la ganadería extensiva de vacas avileñas negras. De repente nuestro lobo da un respingo, un medio galope breve, que interrumpe para seguir al paso. Algo lo ha sobresaltado.

Buscamos ladera arriba y vemos que a unos trecientos metros ha llegado el ganadero en un todoterreno. Para entender el escenario hay que decir que nosotros tenemos un amplísimo campo de visión de la ladera de pastizales salpicados de matorral. Ni el lobo ve al ganadero aunque ya sea consciente de su presencia, ni el ganadero al lobo. Este es un paisaje milenario esculpido por la ganadería.  Y la ausencia de presas salvajes ha hecho de las vacas la principal presa del cánido. Así mismo,  la presión del lobo ha hecho de las avileñas unos animales fuertes, valientes y resistentes, perfectamente adaptadas a la  dureza de estos montes mediterráneos. La importancia de esta ganadería como agente modelador del paisaje que contribuye al inigualable equilibrio ecológico y el poco ponderado ahorro económico que supone una cabaña ganadera capaz de aprovechar estos montes austeros, no se entiende sin el hombre, pero tampoco sin el lobo.

En el taller del lobo que realizamos el próximo mes de febrero, veremos esa sierra, esos vestigios, esas relaciones y con suerte,  veremos al protagonista del taller, el lobo. Tenéis toda la información de la salida en este enlace.


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