EL SONIDO DEL PÁJARO CARPINTERO EN EL BOSQUE
Pito negro
Llega la priamvera y con ella los priemeros viajes de Birdwatching a los espacios naturales de nuetros grupos de Wildlife Spain. Hoy os traemos las anécdotas en el Delta del Danubio de nuestros grupos de ornitólogos aficionados.
Desembarcamos en una de las miles de islas del delta del Danubio, allí donde uno de los canales principales se une al brazo de Sulina. La isla está cubierta por una sauceda densa y el nivel es alto, tanto que los árboles parecen crecer directamente del río. Avanzamos torpemente por el barrizal que constituye el suelo. Buscamos papamoscas collarinos y pico menor. No tenemos suerte con el pequeño paseriforme pio. Sin embargo, el más pequeño, esquivo y discreto de los pícidos europeos nos va a permitir una de las observaciones más potentes que he podido disfrutar con esta especie.
Hembra de pico menor
Escuchamos el
tamborileo y los reclamos del pico menor. Nos acercamos en silencio y lo
empezamos a ver. El macho está perforando lo que parece ser un nido a poca
altura. Debe de estar a 1,50 m de la base del tronco. Según tengo entendido los
verdaderos nidos de los picos menores los practican a bastante más altura en
los árboles. La presencia de la hembra en las inmediaciones me da la clave.
Recuerdo haber leído que, durante el celo, los machos del pico menor realizan
simulacros de excavación del nido a baja altura. Sin duda estamos observando este curioso
comportamiento. Los diminutos carpinteros nos han permitido entrar en su
intimidad.
Una de las
ornitólogas que viaja en el grupo imita el tamborileo golpeando con un palo
sobre un tronco y la hembra viene enseguida a observarnos de cerca. Quizá un
nuevo macho que toca ritmos exóticos. Todos conocemos el tremendo atractivo de
los extraños recién llegados a un lugar. El macho que seguía
con su laboriosa exhibición, se percata de que ha perdido la atención de su
díscola pretendida. Vuela desde su tronco y se coloca cerca de nosotros para
tamborilear reivindicativo. Ya nos hemos inmiscuido bastante, convirtiéndonos
en un involuntario lado de un triángulo amoroso. Así que lo más sensato es
dejar tranquilos a los picos consolidar su unión como pareja reproductora esta
primavera. Abandonamos la isla con una fantástica observación y unas cuantas
fotos de estos pájaros carpinteros.
Pito cano
En la zona se
pueden observar cinco especies de pícidos de forma habitual: pico menor, pico
picapinos, pico sirio, pito negro y pito cano. Una valiosísima población de
este grupo de aves habita este espacio natural. El reparto espacial es perfecto
entre ellos para evitar la competencia que se podría esperar. Cada uno explota
un estrato diferente para alimentarse, incluso para anidar. Nuestro pico menor
construirá un nido definitivo a veinticinco metros de altura en uno de los
árboles de estos extensos bosques de ribera.
Las visitas
ornitológicas a este inmenso humedal de Europa del este siempre nos devuelven
nuestra devoción con decenas de observaciones maravillosas. Como cada año, esta
primavera volvemos a recorrer el laberinto de lagos y canales, en busca de su
apreciada avifauna.
Simulación de nido
Los próximos viajes de birdwatching son:
- RUMANIA LOS CÁRPATOS Y DELTA DEL DANUBIO en Julio con José Carlos de la Fuente
- Sierra de la Culebra y Picos de Europa con Alfonso Polvorinos
- RUMANIA sólo LOS CÁRPATOS en Julio con Alfonso Polvorinos
JOSÉ CARLOS DE LA FUENTE
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¡Qué interesante!, desconocía el comportamiento de estas aves.
ResponderEliminaramigo navarro pues en los jardines de Pamplona los he visto yo picotear los árboles y en el pirineo hay hasta pitos negros, debías salir a buscarlos de vez en cuando ahora que tienes tiempo, un saludo gudari
EliminarHola Javier, fue fascinante observar el apareamiento del macho menor. Ahora, el de la hembra todo un obsequio.
ResponderEliminarSaludos. José Carlos.